
Contigo Navarra – Zurekin Nafarroa ha puesto en valor que el Parlamento de Navarra haya rechazado con contundencia el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y MERCOSUR, y haya instado al Gobierno del Estado a paralizar el Acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea y a no realizar más concesiones en materia agraria.
La Comisión de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Parlamento de Navarra ha aprobado esta mañana una moción presentada por Contigo Navarra – Zurekin Nafarroa, en la que se rechaza el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y MERCOSUR, y se insta al Gobierno del Estado a paralizar el Acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea y a no realizar más concesiones en materia agraria.
El Portavoz Parlamentario de la coalición, Carlos Guzmán, ha puesto en valor la importancia de la aprobación de esta Moción. “El rechazo del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y MERCOSUR no solo es una demanda de la izquierda anticapitalista, es una demanda unánime del campo navarro, del campo español y de las comunidades campesinas de América Latina. Organizaciones agrarias navarras como la UAGN, EHNE o Semilla y Belarra, organizaciones estatales como COAG o ASAJA, u organizaciones internacionales de campesinos como la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) o la Vía Campesina, llevan mucho tiempo alertando de la gran amenaza que supone para los intereses del sector primario y del medio ambiente la aprobación de este tratado. El Gobierno de Navarra y el Gobierno de España deben escuchar el sentir unánime del sector primario”, ha indicado Carlos Guzmán.
El Portavoz de Contigo-Zurekin ha defendido que los tratados comerciales con terceros países ponen a la agricultura y a la ganadería, navarra y española, contra las cuerdas utilizando al sector como moneda de cambio frente a los intereses de otros sectores que salen mucho más beneficiados. “El de Mercosur es uno más de las decenas de tratados comerciales que la Unión Europea firma con terceros países, pero por la magnitud de estos países merece un trato especial. Este tratado pretende alcanzar un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur o Mercosur, como se ha venido a llamar el bloque económico del que forman parte Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, como miembros de pleno derecho, y Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá, Guyana y Surinam como estados asociados. El comienzo de las negociaciones de este tratado se remonta a 1999, es decir hace 25 años cuando la Unión Europea estaba compuesta por 15 países y no por 27. En estos momentos estamos en el proceso final de ratificación del acuerdo, y ya países como Francia, Italia, Países Bajos o Austria han mostrado su rechazo y suponemos que ante las recientes movilizaciones agrarias serán más los países que lo rechacen”, ha indicado Carlos Guzmán.
Contigo-Zurekin ha considerado que frente a los intereses del mercado las instituciones navarras deben de mostrar una defensa total y absoluta de los intereses de nuestra tierra y de los sectores que van a salir mal parados. “La oposición a este tratado debería ser contundente y también debería ser unánime si de verdad se está con la agricultura social y familiar, de Navarra y del conjunto del estado español, pero también, si desde una perspectiva solidaria o internacionalista se quiere mirar por los intereses de las comunidades campesinas de los países del Mercosur. Las consecuencias en nuestro sector alimentario van a ser dramáticas, los sectores que van a salir más perjudicados se llaman eufemísticamente sensibles en el propio tratado, y son sectores de gran importancia para nuestra tierra; como el sector agrícola y de la producción de la huerta navarra, las aves de corral, el porcino, el vacuno, y en menor medida en nuestra comunidad también el de la miel”, ha indicado Carlos Guzmán.
La coalición de izquierdas ha expuesto que, para el mercado y para las agroindustrias multinacionales transoceánicas, es necesario derribar 3 tipos de barreras; los aranceles, las barreras técnicas y las denominaciones de calidad. Y todo ello para saciar sus voraces intereses económicos. “Sobre los aranceles, es evidente que la hipotética aprobación de este tratado va a suponer de facto la inundación del mercado europeo de algunas producciones extranjera, dañando gravemente a las producciones europeas, de productos hortofrutícolas o porcinos. En cuanto a las barreras técnicas, nos referimos a normas relacionadas con el modelo de producción. Un modelo que siempre ha apostado en Navarra, España o Europa, por una alimentación de calidad, más sostenible, con menos productos químicos. La última cuestión y que también nos preocupa y nos parece fundamental son las denominaciones de calidad, las marcas protegidas que identifican la elaboración y producción de productos específicos en un lugar determinado de la Unión Europea. Por lo que conocemos, solamente se van a proteger en toda la Unión Europea dos marcas de calidad ninguna de ellas española. En nuestra opinión, intensificar el comercio trasatlántico no es la solución de nuestro campo, y tampoco es la solución para la emergencia climática que estamos viviendo porque intensificar el comercio trasatlántico supone aumentar los gases de efecto invernadero que sabemos que son los que están produciendo el calentamiento global”, ha indicado Carlos Guzmán.
* Imagen de Agronegocios