Es ya una “costumbre” en el ámbito de la política, analizar la acción de los nuevos gobiernos una vez que se cumples los 100 días desde el inicio de su gestión. Se entiende que en esos primeros meses se marcan los grandes objetivos estratégicos y el “talante” con que se van a afrontar.

 

A nuestro juicio, el balance de los 100 días de la nueva alcaldesa de Pamplona-Iruña se puede resumir en tres conceptos: parálisis, autoritarismo y marketing.

 

Parálisis. Si uno piensa en los grandes proyectos pendientes en la ciudad, prácticamente ninguno avanza o están paralizados. De todos ellos cabe destacar los siguientes.

 

De manera errática autoritaria, Ibarrola a pesar de contar con varias declaraciones en contra aprobadas por la mayoría democrática, se lanzó a adjudicar y comenzar las obras del parking de calle Sangüesa. A la vista de la movilización popular, recula siquiera parcialmente, lo que muy probablemente va a suponer una indemnización importante a costear por las arcas públicas. Por si fuera poco, y a pesar de que se ha vuelto a exigir descartar el proyecto y analizar la problemática del barrio del Segundo Ensanche en el marco del nuevo Plan, ellas siguen empeñadas en su “proceso participativo” del que nada se sabe y del que solo busca legitimar sus decisiones unilaterales.

 

Otro tanto se puede decir de proyectos como el Plan del Ensanche, que sufre un gran retraso y no se han molestado en intentar consensuar, la reurbanización de Sarasate (con la lógica nuevamente de “o se hago lo que yo quiero o no se hace nada”) la falta de estudio de alternativas para la rotonda de San Jorge, o la búsqueda de soluciones de consenso con Gobierno de Navarra y el resto de grupos al reto urgente de buscar un techo digno a todas las personas que viven en la calle en nuestra ciudad.

 

Problemas antiguos parados y retos nuevos para los que nada se aporta. Ni una sola propuesta en firme para poner en marcha un urgente Plan de Vivienda que dé respuesta a las más de 10.000 familias y jóvenes que demandan una vivienda protegida en régimen de alquiler fundamentalmente, aunque también en compra.

 

Parálisis y ocurrencias. Abrir debates como el de la plaza Merindades cuando está en debate el Plan del Ensanche en el que ya se contemplan y existen alegaciones sobre esa plaza y sobre todo el barrio, denota un modelo de gobierno sin proyecto de ciudad, a base de “ocurrencias que llamen la atención”.

 

Desde luego en marketing sí que estamos invirtiendo. En luces navideñas, en una nueva “marca Pamplona” o en la “visita Real” sin contar con la mayoría democrática, estamos despilfarrando dinero como nunca. Sirvan estos ejemplos como máximos exponentes de una alocada carrera de presencia mediática y uso partidista de los recursos públicos, que nos llevan a afirmar que efectivamente ante la incapacidad de gestión, solo queda marketing.

 

Y acabo con una idea esencial. La ley establece que cuando no se alcanzan acuerdos con mayoría absoluta para gobernar, sea la lista más votada la que obtenga la alcaldía. Se trata de una fórmula para facilitar la gobernabilidad pero obviamente requiere que ese alcalde o alcaldesa saliente, tenga capacidad de acuerdo con los grupos de la oposición, pues de lo contrario, como ya vivimos la pasada legislatura, se está abocado a la ciudad a una parálisis permanente.

 

Sin embargo, cuál está siendo la actitud de UPN y su alcaldesa. Por el momento, desde los grupos de la oposición que conformamos una amplia mayoría democrática, nos hemos encontrado un muro de autoritarismo. Prácticamente ninguna de las numerosas resoluciones de pleno o comisión aprobadas por la mayoría progresista, se ha llevado ya a la práctica. Es más, alardean de que no las van a cumplir a pesar de contar con el apoyo de 16 concejales y concejalas frente a 11 de las derechas, cuando no frente a 9 pues no en vano el PP se ha desmarcado en ocasiones de la postura de UPN. Como se imaginarán, si no capaces siquiera de cumplir lo que exige la mayoría democrática, las llamadas al consenso de Ibarrola son pura retórica, pues su gestión está siendo opaca y autoritaria.

 

Txema Mauléon

Concejal de Pamplona-Iruña por Contigo-Zurekin

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